Posterior a la aprobación del Presupuesto de Egresos 2020 para Hidalgo, el coordinador de la bancada morenista Ricardo Baptista, exhibió a un funcionario federal además de legisladores que, disfrazados de morenistas, operan para el Secretario de Gobierno del gobierno tricolor en Hidalgo Simón Vargas Aguilar.
Entre los señalados por el legislador se encuentra el Subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta Saucedo, el senador por Hidalgo Julio Menchaca Salazar, además de los diputados locales Víctor Osmind Guerrero Trejo, Susana Araceli Ángeles Quezada, Tatiana Tonantzin Ángeles Moreno y Rosalba Calva García.
Los señalados habían operado para fraccionar la mayoría morenista y en esta ocasión, intentaron ’negociar’ con los legisladores como voceros de Simón Vargas para que no hubiera redireccionamiento de recursos, pese a ser una responsabilidad legislativa y una de las banderas de la 4T sobre la búsqueda de austeridad -que tampoco se cumplió-.
Por sus actos los conoceréis
El primer rompimiento con el subsecretario Ricardo Peralta vino cuando éste se ofreció a intermediar el conflicto que mantenía el Congreso de Hidalgo por la Junta de Gobierno desde finales de 2018 -haciéndolo a petición del Ejecutivo estatal, no del Legislativo-.
Y es que pese a contar con la razón jurídica para encabezar la primera presidencia rotativa, los legisladores habrían firmado un primer acuerdo donde se comprometían a que la misma fuera rotativa, es decir, que ganando 17 de 18 espacios competidos, encabezarían la representatividad del legislativo durante un año y las otras dos fuerzas políticas que ganaron un solo espacio en urnas, los dos años restantes.
Posteriormente se introdujo una iniciativa para reformar la Ley Orgánica del Congreso de Hidalgo donde había dos opciones: que los tres años fueran encabezados por la fuerza política que ganó la mayoría, según la voluntad ciudadana, o bien, que fuera rotativa pero con la creación de otra figura que dividiese la fuerza de la Junta de Gobierno, pues actualmente, esta última goza del poder absoluto del Congreso en materia administrativa, así como de dirigir el trabajo de la Auditoría Superior de la entidad (ASEH) para detectar presuntos desfalcos a la Hacienda Pública.
En esa ocasión, los legisladores locales Víctor Guerrero, Susy Ángeles, Tatiana Ángeles y Rosalba Calva no firmaron el acuerdo signado por el resto de los morenistas para que la Junta de Gobierno no fuese rotativa, pero tampoco para que dividiera “su poder” ni para que las votaciones en el pleno se aprobasen como en legislaturas pasadas, por mayoría simple (beneficiando así a la oposición que tiene los espacios suficientes de representación proporcional para la no autorización de iniciativas bajo el esquema actual).
Posteriormente vinieron otros desencuentros menos importantes, pero que dejaron entrever cuáles son sus verdaderos intereses, siendo apoyados por Ricardo Peralta y por Julio Menchaca.
La “bandera” que dicen defender los señalados es la de no dejar al Grupo Universidad el poder sobre Morena en Hidalgo. Sin embargo, a diferencia de otros 3 legisladores que demuestran un compromiso con la 4T y no necesariamente con el Grupo Universidad, las accione de los referidos tienden a beneficiar, siempre, a los intereses de Simón Vargas, Secretario de Gobierno de Hidalgo.
Además de este medio que ventiló la operación de Los Chuchos para Simón Vargas, además de su relación con el senador Julio Menchaca y con el Subsecretario de Gobierno Ricardo Peralta, voces como las de Alberto Aguirre (El Economista), también han dejado testimonio sobre los tricolores disfrazados de morenistas.
La última "afrenta" de los señalados contra la 4T fue la de exigir que no hubiera redireccionamiento de recursos en el Presupuesto de Egresos 2020 -y así beneficiar al ejecutivo estatal-, votando incluso, para que la propuesta pasara sin mayor reforma ni análisis, es decir, tal como la envió la Secretaría de Finanzas.
