Alberto Jonguitud Falcón, galeno de cabecera del exprocurador Jesús Murillo Karam, consiguió una salida del detenido para la realización de un estudio. Si bien no será la última, tampoco ha resultado bajo las condiciones que esperaban.
Jonguitud Falcón, quien es empleado de la familia Murillo como director de la Escuela de Medicina Intermédica, aseguró ante las autoridades que el exprocurador padece de hipertensión desde hace 25 años, EPOC por tabaquismo intenso desde hace 15 e insuficiencia vascular cerebral desde hace, condición por la que alega, requiere de tratamientos y medicamentos permanentes.
El día de ayer Jesús Murillo fue trasladado al Hospital Balbuena, donde tras una tomografía regresó al penal. Pese a que su atención se dio en uno de los mejores nosocomios del país (Statista), el galeno quiere que la atención se de en una institución privada, condición que de cumplirse, permitiría que el acusado pudiera estar por semanas o incluso meses fuera de la cárcel para recibir tratamiento y estar en observación.
No sería la primera vez que un médico ligado a Intermédica compromete su praxis con intereses políticos.
El médico José Manuel Juárez Soto, empleado como director general de Intermédica (hospital de la familia Murillo), otorgó en 2021 una constancia de incapacidad para Francisco Xavier, con la intención de que pudiera ocupar una diputación plurinominal.
La misma jugarreta se intentó con el sobrino de Jesús Murillo, entonces candidato del PES, pero el IEEH se negó a aceptar su presunta discapacidad (tramitada para acceder a un puesto de representación plurinominal).
Durante su paso por la política, Jonguitud Falcón como delegado del ISSSTE en Hidalgo enfrentó denuncias por la falsificación de firmas para el cobro de cheques por cientos de miles de pesos.
Como titular de Salud en Tlaxcala fue despedido luego de los señalamientos acumulados en su contra en tan sólo dos meses de gestión.
