El día de ayer, el grupo de inconformes que tiene tomada la sede estatal de Morena en Hidalgo para desconocer a la dirigencia y pedir la intervención de la Comisión Nacional de Elecciones para que los evalúe entre los perfiles, evidenció una habitación habilitada como bodega donde se guardó material electoral para ser usado en las pasadas elecciones.
Durante la renovación de ayuntamientos, Morena sólo obtuvo 5 de 84 disputados y aunque el partido pregona que el voto se obtiene a través del diálogo, señalaron que la no entrega del material electoral impidió que se llevaran más victorias.
Acusaron a la dirigencia estatal interina de ser la responsable del desastre electoral en octubre pasado así como de haber operado para distintos grupos no afines a Morena, como el Grupo Universidad y el de Simón Vargas.
Entre lo hallado, contabilizaron unas 5 mil playeras blancas y otras 3 mil rojas, 3 mil sombrillas, así como unos 10 mil periódicos regeneración -de un tiraje de alrededor de 300 mil- que vienen fechados en octubre del año pasado. También encontraron volantes a nombre de distintos candidatos, donde si bien muchos eran de poblados lejanos y pudo serles complicado recoger el material, también había de la excandidata Hilda Miranda, quien compitió por Mineral de la Reforma, municipio donde se ha acusado de poner en la contienda final -tanto hombres como mujeres- a perfiles con pocas posibilidades de ganar para allanar el camino a los contrincantes.
La otra versión
De acuerdo con la versión de otras tribus morenistas, precisaron que el material hallado no constituye delito electoral alguno que perseguir. Revelaron también que el material no fue recogido por los candidatos y esa es la razón por la que permaneció en las instalaciones del partido, en lugar de llevarlo a otro lado.
La versión anterior, omite, que aunque no es delito electoral sí podría haber una sanción interna derivada de una auditoría, pues tuvo que haber responsables de resguardar y entregar el material electoral exhibido.
Dijeron, según ellos, que la lucha intestina que ha tomado diversas sedes del partido en el país obedece a un amague para hacerse de candidaturas, señalando al diputado Víctor Guerrero de orquestar el movimiento, que si bien apenas cuenta con una veintena de adeptos en las instalaciones, hay por lo menos otros 20 simpatizantes que estarían de acuerdo con lo exhibido y los señalamientos (firmaron la petición a Morena 37 personas).
De la supuesta negociación -económica, no política- para otorgar candidaturas donde se había manifestado que darían pruebas, señalaron que es el día que no han presentado nada -aunque aún falta por ver quiénes serán los candidatos designados en las posiciones reservadas de plurinominales-.
“Es una calca de lo acontecido en 2020. Acusan que no se han dado los resultados, lo que es cierto, pero lo que omiten decir es que hay personajes que se prestan a la división; no les importa exhibirse porque incluso, 3 o 4 de ellos (Ordaz, Martínez, Monter…) tienen cuentas pendientes con la justicia. Algunos, como Víctor, aprovecharon el movimiento del gasolinazo para juntar firmas que respaldaran su candidatura y hoy se ve que ya no cuentan con apoyo. Irma, quien les abre la bodega, es cercana al legislador y dos personas que transmiten el video son sus colaboradores en el Congreso”.
Aunque los dichos por los morenistas deben tomarse como un mero testimonio de otra corriente morenista, en el caso del legislador por Zimapán este medio ha difundido dos investigaciones: la primera por los pagos millonarios recibidos por una empresa en deplorables condiciones, donde aparentemente da asesoría internacional, y la segunda por el despojo de una vivienda por un jubilado de Zimapán que habría sido defraudado.
