Lo que comenzó como un caso excepcional, ahora parece que será la nueva tendencia por parte de los alcaldes de Hidalgo: desaparecer dinero público alegando un supuesto hackeo hacia las cuentas bancarias, por lo menos hasta que la autoridad alegue lo contrario.
El primero en tener dicho problema -o incurrir en dicha práctica- fue el alcalde petista de Mixquiahuala Humberto Pacheco Miralrio, al que la Auditoría Superior de Hidalgo (ASEH) encontró un faltante por 7 millones de pesos de las arcas públicas correspondiente al ejercicio 2017.
El alcalde hidalguense alegó un supuesto hackeo del que no se pudo recuperar el monto aunque para el ejercicio 2018 tuvo otra observación por 435.2 mil pesos, del que no se sabe si nuevamente fue obra de los duendes y maldosos que esconden el recurso.
Ahora tocó el turno al alcalde priista de Progreso Raúl Meneses Rodríguez, quien dijo que le fueron sustraídas por hackers 1.6 millones de pesos.
El jefe del cabildo señaló que el pasado 5 de mayo la Tesorería municipal dio a conocer el presunto desfalco en una cuenta destinada para la realización de obras públicas. Asimismo, el organismo afirmó que afortunadamente no vaciaron la cuenta ya que ahí se resguardaba efectivo procedente de la federación por casi 7 millones de pesos.
