La Hoguera
Emmanuel Ameth
La relación entre medios y poder es simbiótica especialmente en México. Como parte de un mismo sistema, la fortaleza de unos impulsaba el crecimiento de los otros. Pero una transformación, con todo y errores, ha llegado al país y cambiará su relación existente, porque la final, cualquiera de los dos buscará sobrevivir.
El último yerro que cometieron los medios oficialistas -más bien alineados a los intereses del PRIAN-, en coro, fue tergiversar las declaraciones de Kamala Harris, vicepresidenta de la USA. Primero, fue EFE quien acomodó las declaraciones a su propia agenda y posteriormente los medios hegemónicos, justificados por lo anterior, dieron rienda suelta para hacer notas que a las pocas horas fueron desmentidos por el área de prensa de la funcionaria estadunidense.
La pérdida de territorio por parte del PRIANRD no sólo supone un cambio en la dinámica política de la nación, sino que se llevará entre las patas a todos aquellos que forman parte de ese sistema, lo quieran aprender o no.
Suman tres años de fake news y de ataque mediático a un proyecto que más allá de sus deficiencias -que las tiene, y muchas-, ha demostrado que permea en el ánimo ciudadano dándole triunfos históricos. Es más, parece que se fortaleciera en la medida en que son desengañados con la siempre participación de la prensa.
Si por más que se quieran lavar la cara, las mayorías ya no creen en los mismos que siempre los han engañado ¿qué les hace creer a la prensa que sí lo hacen del papel que imprimen cuando no son mas que sus meros instrumentos de réplica?
El cambio de régimen, de forma discreta pero constante, traerá también un cambio de la prensa; su relación simbiótica -más bien de rémora- les impide tener un destino distinto del de sus patrocinadores que no han alcanzado a ver.
Para ejemplo más de 400 "intelectuales" recibieron cañonazos para enviciar las elecciones en medios nacionales y extranjeros; se rebajaron incluso a compartir fake news.
Pero lo invertido en ellos, que lleva décadas, ha sido un desperdicio de recurso.
Ni son intelectuales, ni son líderes de opinión, ni influyen de alguna forma en el electorado, son simples mercenarios que no representan a nadie y las elecciones del domingo pasado lo demostraron.
El camino no es la guerra sucia y el desprestigio, es el corregir los vicios que los han llevado a ser negados del apoyo ciudadano y sólo así, podrán volver a conquistar espacios y hacer el equilibrio que tanto pregonan, porque como van las cosas, a 2024 tampoco aspiran.
Moviendo el PRIANRD sus tentáculos para rescatar una victoria, aunque sea en discurso, lo único que van a conseguir al aferrarse a esa vía es que esos medios donde apuestan sus canicas, les sirvan todavía menos por andar reproduciendo mensajes que enlodan todavía más su ya mermada credibilidad.
El problema nunca ha sido la línea editorial, que es libre, sino imponer la agenda a los hechos y a la más elemental prueba de sentido común. En aprenderlo se encuentra su supervivencia.
Atizos
El autoengaño, ese consuelo maldito del que les habló el mismo Gustavo Madero, ahoga el silencioso lamento de saberse derrotados.
Que pretende enterrar la zozobra pero que no puede ocultar su exclamación de auxilio ante la decepción.
Es esta negación la que quiere transferir los yerros propios al victorioso para buscar la paz interior, así la farsa apenas recubra su rostro ante el espejo que no se atreven a mirar.
Es el autoengaño la salida de los miserables que sólo encuentra eco en sus iguales, recitada por el PRI, el PAN y el PRD en su tristísimo coro de la orfandad.
