La presión ejercida por la Industria Refresquera funcionó, al menos parcialmente, pues si bien se mantiene el IEPS de 3.08 pesos por cada litro de bebidas azucaradas, aquellos productos que ocupen sustitutos menos dañinos solamente pagarán 1.5 pesos por cada litro, informó Coca Cola como parte de su acuerdo con el Gobierno Federal.
Pero la reducción en carga tributaria no fue gratuita para las refresqueras: sólo Coca Cola se comprometió a reducir en 30% las calorías contenidas en sus productos azucarados, ello, para beneficiar la salud de la población.
El plazo de la reducción del 30% calórico en las bebidas azucaradas se dará durante el año 2026, principalmente en lo que se termina el inventario actual y desarrollan nuevas fórmulas.
Respecto de los impuestos anunciados, estos entrarán en vigor a partir del próximo ejercicio como parte del paquete fiscal.
Todo lo anterior escribe un nuevo episodio en el que las bebidas atienden -de a poco- su compromiso por la Salud de los mexicanos, cuya atención es pagada por el Estado cuando se torna grave para los consumidores.