La Hoguera
Emmanuel Ameth
La pugna por el control del Congreso de Hidalgo parece haber llegado a su fin con un capítulo inesperado: cuatro diputados locales de la fracción morenista, a saber Susana Ángeles Quezada, Víctor Guerrero Trejo, Tatiana Ángeles y Rosalba Calva, entregaron en bandeja de plata la Junta de Gobierno al PRI y al PAN.
La voluntad ciudadana en Hidalgo quiso que Morena ocupara 17 de 18 espacios competidos en el legislativo local, incluso, se abstuvieron de iniciar un proceso por la única diputación local perdida pese a que en la mayor parte del recuento, llevaban la delantera, habiendo elementos para poder argumentar recuento de boletas.
Los diputados entregaron una carta en la que explican que pueden seguir realizando sus labores sin la necesidad de que Morena presida la Junta de Gobierno.
Recuérdese que ya conociéndose los resultados electorales, la pasada legislatura modificó la Ley para que esta fuese rotativa; incluso los agredió físicamente cuando se manifestaron en contra del albazo, pero eso son cosas del pasado para los mencionados morenistas...
Ciertamente sus labores pueden destacar sin tener la Junta de Gobierno, incluso, ateniéndose a la agenda nacional, ya han superado a legislaciones anteriores. Sin embargo, entregar al PRI y al PAN la Junta de Gobierno tiene mayores implicaciones.
Como destaca el artículo 100 de la Ley Orgánica del Congreso local (vigente), la Junta de Gobierno es la que hace la vinculación política con los demás poderes y esferas de gobierno, proponen las comisiones permanentes y especiales, la agenda legislativa, entre otras actividades.
El presidente de la Junta de Gobierno es el responsable de mantener comunicación con el poder Ejecutivo y el Judicial, incluso representa al legislativo en los actos convocados por los demás poderes (donde Morena ganó 17 de 18 escaños, se recuerda), preside la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior (es decir, que vigila la correcta asignación y ejecución de recursos en otros poderes), dirige y supervisa la organización y funcionamiento administrativo del Congreso, suscribe las operaciones financieras, etc.
En otras palabras, contrario a lo que dice el documento donde citan a Andrés Manuel López Obrador, en realidad, su posicionamiento contribuye a la opacidad y la entrega a la oposición, siendo el principal beneficiado el gobernador priista Omar Fayad Meneses.
La directiva del Congreso, la que rota cada mes, simplemente tiene cabida en actos legales, así lo marca la Ley.
No le quitaron el poder al Grupo Universidad, sino que se lo quitaron a Morena y traicionaron a AMLO, quien por su mero efecto en las boletas propició que por primera ocasión en la entidad se tuviera un Congreso de oposición al ejecutivo estatal.
La historia los juzgará, pues un puesto o cualquier otra dádiva ofrecida para traicionar a Morena les puede durar algunos años, incluso sexenios, pero la vergüenza, esa les durará toda la vida.
Atizos
La diputada sosista Roxana Montealegre Salvador se subió al ring tras la sumisión de los cuatro morenistas referidos ante el ejecutivo estatal. El traspié, estuvo, en que precisó que no se planteó que algún diputado del Grupo Universidad se quedara como presidente de la Junta de Gobierno. Pero ¿el Grupo Universidad es partido? ¿no se supone que todos son Morena y que no había intereses particulares? La errata ya se hizo pública.
Al menos Gobierno del Estado decidió bien. No sólo fracturó Morena a partir de sus hilos más débiles y menos comprometidos con la causa morenista que entregaron el Congreso al PRI y al PAN, sino que los perfiles, hasta el día de hoy de hecho son 3 de los 5 mejor evaluados en cuanto a su actividad legislativa, misma que puede CONSULTARSE DANDO CLICK AQUÍ .
