La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), que nada ha tenido que ver con acciones altruistas en toda su historia, anunció la creación de un nuevo galardón anual denominado Premio de la paz, el cual, supuestamente sería entregado a los individuos que hayan emprendido acciones excepcionales y extraordinarias en favor de la paz.
Para dimensionar lo patito que será el premio, cabe señalar que el ’nominado’ con mayor aspiración a ganarlo en su primera edición es el mandatario estadunidense Donald Trump, quien maltrata los derechos humanos de los migrantes en su país, con y sin residencia legal, además de ordenas ejecuciones extrajudiciales fuera de su territorio, y que ha respaldado las acciones del genocidio cometidos por los sionistas de Israel en contra de los legítimos habitantes de Palestina.
La pero parte es que no existe un referente mundial sobre un premio de la Paz que sea entregado por dicha labor.
El Nobel, por ejemplo, ya ha premiado a personajes de lo más infame de la historia mundial como es el caso de Henry Kissinger y Barack Obama, además de otros menos conocidos que también han cometido genocidio en sus respectivas regiones.
Su último galardón entregado, por ejemplo, fue hacia una compinche de los Estados Unidos que ha buscado la intervención extranjera de su nación incluso pidiendo que la bombardearan. Además, su oposición financiada desde los Estados Unidos ha servido para algunas notas pro estadunidenses y poco más, pues ni ha conseguido nada ni ha incrementado simpatía en su misma tierra.