La Hoguera
Emmanuel Ameth
Los discursos triunfalistas y sus engaños son siempre rebasados por la realidad. Ni en su mejor escenario, la alianza del PRI-PAN-PRD, incluso contemplando al resto de opositores, consiguen mayoría en el Congreso, es decir, que por sí mismos no podrían ni aprobar una sola iniciativa sin la venia de Morena y sus aliados.
Es así que el sueño de Claudio X. González para que la derecha en México vuelva a controlar el presupuesto del país y redireccione los recursos según sus intereses, no sólo se esfuma sino que nunca tuvo en qué respaldarse.
La realidad, de acuerdo con el agregado de encuestas y no con meras percepciones sesgadas, es que Morena y aliados van a continuar con una mayoría absoluta dentro del Congreso, y este escenario se da en 87 de cada 100 simulaciones realizadas por Oraculus, por lo que se necesitaría de una verdadera catástrofe a menos de 10 días de que terminen las campañas para cambiar dicha proyección.
Por si fuera poco, Morena y aliados tienen un 35% de probabilidades de obtener la mayoría calificada, es decir, de reformar incluso la constitución sin requerir un solo voto de los opositores pues obtendrían al menos 333 escaños.
En contraparte el PRI-PAN y PRD, en sólo 3 de cada 100 simulaciones obtendrían una mayoría absoluta, lo que estadísticamente quiere decir que es altamente improbable, pues si se repitieran las condiciones actuales de manera indefinida, ello sucedería una vez cada 33 elecciones.
En todo caso, será importante observar el actuar del INE que está en manos de Lorenzo Córdova para conocer si va a seguir recargándose en sus propios intereses pero ahora más allá de la legalidad.
¿A qué aspira el PRIANRD
Es así que lo único que buscan en la alianza de Claudio X. -y están cerca de conseguirlo-, dado que no son capaces de conseguir siquiera una mayoría absoluta, es que Morena y sus aliados no obtengan, al menos, la mayoría calificada, misma que consta de dos terceras partes de los legisladores, es decir, que el partido oficial se vea en la necesidad de negociar con ellos y de hacer concesiones si quiere hacer reformas constitucionales -a diferencia de ahora, donde se les invita a sumarse pero como una mera cortesía, pues da igual lo que voten-.
Porque para ellos, "buscar consenso" es pactar fraudes electorales y la entrega de territorios a cambio del voto y apoyo en tribuna del Grupo Legislativo, de la misma forma que "contrapesos" se refiere a las maletas que reciben en lo individual y lo grupal sus legisladores para convencerse de una reforma (y mejor si ellos reparten esos "contrapesos" como hacía Penchyna).
Para ellos, según su narrativa, "hartazgo de una mayoría que confió y que ahora ya no apoya a AMLO" es el nombre que recibe el fenómeno de quitarle 4 de las 323 curules que consiguieron Morena y aliados en 2018.
ATIZOS
El PRIANRD no aspira a una mayoría.
Lo único que quieren es que al menos cuenten con una tercera parte de los escaños para que cuando exista necesidad de una reforma constitucional, tengan algún margen de maniobra para negociar.
El problema que tienen es que en uno de 3 escenarios, Morena y aliados se quedan con la mayoría calificada, y para los dos restantes, si no quisieran negociar con ellos, harían las reformas constitucionales que les hagan falta en el periodo que resta a la actual legislatura; finalmente para aprobar el presupuesto y otras reformas “menores”, les basta y les sobra con la mayoría absoluta que tienen segura porque el pueblo de México les dará con su voto.
POR CIERTO, los datos que presenta la agregadora de encuestas Oraculus y que son en los que se basa esta columna, presentan el condensado de todas las encuestadoras serias que hacen sus ejercicios vivienda por vivienda, como es el caso de Buendía y Márquez, El Financiero, GEA-ISA, Reforma, Parametría, Simo Consulting (El País), etc.
