Diputados plurinominales del PRI, PAN, PRD y la demás ’morralla’ que ganaron un solo escaño de los 18 disputados, pero que consiguieron 12 asientos de representación proporcional, impulsaron una reforma electoral que les diera mayores recursos para su operación; Morena los frenó.
Lo anterior, no sin que hubiera señalamientos por parte de la oposición respecto de violaciones en el proceso legislativo, pues aparentemente se votó, con reservas, sobre asuntos que no habían sido plenamente discutidos a su criterio.
La ’chiquillada’ quería un incremento del 30% en los recursos para los partidos políticos, toda vez que al verse imposibilitados de conseguirlos vía sufragio, el monto podría elevarse a través de mayor proporción de recursos.
También se echó reversa a la iniciativa que proponía dar más recursos para los representantes partidistas en casillas -no funcionarios de casilla-, pues su pago deberá generarse del presupuesto del partido y no de un recurso extraordinario.
Pero no todo fue austeridad. Porque ahora los gastos de campaña aumentaron en proporción de 10%. Además se crearían instrumentos para la participación de las comunidades originarias que ya están contemplados en otras leyes.