Jorge Gómez Narede | POLEMÓN
Valiéndose de la libertad de prensa con el actual gobierno federal, el día de ayer Raymundo Riva Palacio escribió un artículo donde afirma que el gobierno de México espiaba a los periodistas, sin fundamentos, solo la referencia de otro artículo de opinión que tampoco incluía pruebasafirma lo mismo: que el gobierno de México que encabeza Andrés Manuel López Obrador espía a los periodistas.
En México vivimos una libertad radical, en la cual Riva Palacio puede escribir este tipo de mentiras e invitar estos rumores sin que nadie le impida decirlo. No recibirá ninguna llamada ni nadie entablará un juicio contra él por su enorme mentira. Nadie.
Eso es libertad de prensa, y se respeta aunque la prensa publique mentiras y sea mezquina.
Y se puede también criticar a Riva Palacio (porque vivimos en un México de libertad radical), y podemos decir, por ejemplo, que Riva Palacio es un mercenario de la información, y que durante años recibió él y su periódico que nadie lee (Eje Central) millones de pesos de parte de los gobiernos del PRIAN.
Podemos decir que siempre miente, y que su columna es un espacio para que ciertos actores políticos y empresarios emitan sus juicios, y difundan sus mentiras. Y Riva Palacio recibe un pago por ello.
Podemos decir que Raymundo Riva Palacio representa a ese periodismo que tanto indigna en la población, y que durante años dominaron (y aún dominan los espacios en la pensar tradicional), y se hicieron ricos vendiendo sus voces y sus espacios.
Cabe recordar que durante el sexenio de Peña Nieto 36 comunicadores recibieron recursos públicos por concepto de publicidad y comunicación social por un total de 1,081 millones 715,991 pesos, de 2013 a 2018; entre ellos se encuentra Riva Palacio quien obtuvo 31 millones 138,703 pesos.