’Madar, vuelta al origen’, la obra de Margarita Estrada que plantea los dilemas de la manipulación genética


La escritora Margarita Estrada abunda sobre la temática de su obra en una amplia entrevista concedida a este medio sobre ’Madar, vuelta al origen’

’Madar, vuelta al origen’, la obra de Margarita Estrada que plantea los dilemas de la manipulación genética


Cultura
Septiembre 10, 2019 03:13 hrs.
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Emmanuel Ameth › Emmanuel Ameth Noticias

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Sonriente, expresiva y hablando de su más reciente obra cuidando de no adelantar sucesos de la misma para que el libro mantenga sorpresa y misterio para el lector, la escritora Margarita Estrada Ávila habló sobre su más reciente publicación titulada Madar, vuelta al origen.

La también autora de ’Niña por siempre’, ’El quehacer creador’ y ’Espejito’, aclaró sobre esta, su primer novela, que pese a tener una protagonista femenina, evitó identificarse con la misma así como de brindarle sus características propias para desarrollar un personaje más idealizado que pudiera fluir conforme avanza la historia.

Además de hablar del libro aceptó responder preguntas inherentes a su actividad como escritora.

Hacen falta plumas femeninas que nos brinden un panorama sobre cómo ven las cosas desde su perspectiva ¿hubo muchas dificultades?

Yo creo que podríamos decir que hay una valoración a la pluma de la mujer; han abierto muchos concursos para novelistas mujeres. A veces las mujeres históricamente han tenido la función de ser mamás, de trabajar, de atender una casa… dedicarte a escribir implica tiempo, concentración, disciplina, mucha pasión pero también tiempos y recursos; entonces pienso que el contexto histórico de las mujeres no ha sido el más favorable para que haya muchas escritoras, de que las hay sí, muy buenas también. En este momento creo que las mujeres nos hemos dado más tiempo para decir “voy a expresar mis ideas, mis emociones, mis sentimientos y poner mi nombre”; porque también antes se usaba un seudónimo para ser publicadas, tenía que ser con nombres de varones pero al final descubrías la magia de las escritoras.

Siempre ha habido mujeres que han tenido la pasión, el tiempo y se han enfrentado a la sociedad para hacerlo. Porque eso de decir “hoy no cuido a mi hijo porque tengo ganas de escribir en un mundo pues con otros patrones”, a mí no me gusta entrar en esos conceptos que si hay machismo o no lo hay, yo creo que son patrones culturales heredados por cuestiones educativas, por cuestiones de historia, conceptuales donde en un momento así se pensaba y romper con esos paradigmas pues era difícil, entonces las mujeres los enfentamos, era casi como una cacería de brujas pero siempre han habido mujeres que han puesto su creatividad y su pluma, conocemos pocas pero grandes ejemplos como Sor Juana Inés de la Cruz de quien me apasiona su obra, su capacidad, pero también tuvo una serie de circunstancias que favorecieron, que pudieron acercarse a escritores, un círculo cultural y que les dio la visión y las herramientas para decir “yo también voy a publicar”.



¿Cómo despertó Margarita su necesidad de plasmar ideas en un libro?

Yo siempre fui una niña muy inquieta; unos dicen que nerviosa, otros dicen que ansiosa, entonces mi mamá para tenerme quieta me ponía a leer y decía “Házlo en voz alta” y la veía tan emocionada entonces que descubrí que mi mamá era una gran lectora y yo brincaba de gusto. Mientras ella hacía sus actividades yo le iba leyendo y se apasionaba, cuando por ejemplo veía que se iba a morir un personaje lloraba… así nos íbamos compartiendo el libro hasta que llegaba el final. Mi mamá fue una influencia en ese ejercicio de leer.

Me juntaba con mis primos y siempre éramos muy imaginativos, mi familia nunca nos dijo “esto no es posible”. Un día inventamos con unas cajas una máquina donde podía resucitar un animal o una persona; para mala suerte atropellan a nuestro perro y ya estábamos llorando; lo llevamos a nuestra caja mientras veían en dónde lo iban a enterrar y ya sabía que jamás lo iba a resucitar; fue la primera decepción pero también el primer concepto que tenía y es que con la ciencia y la tecnología a lo mejor no puedas perder a tus seres queridos. En el fondo la ciencia y tecnología avanzan para que no pierdas a tus seres queridos, que no sufran, que un cáncer pueda ser vencido, si hay alguna discapacidad que pueda solucionarse. Son todos estos demonios, todos esos miedos que tenemos los seres humanos con respecto a otros seres humanos y a uno mismo que vamos por ese camino.

Todo eso me hizo pensar que la ciencia y la tecnología son un camino para crear un entorno favorable para el ser humano, sobre todo en la salud, en la preservación de nuestra existencia en este mundo, durar un poco más, a nadie le gusta perder a sus seres queridos. Sin embargo en un sentido ético pues esto no es posible, no puede ser antinatura el ser humano tiene un paso sobre la tierra por algo, te enfermas por algo, también es como la perfectibilidad de la humanidad con el paso del tiempo ir avanzando, irnos adaptando en el medio ambiente pero haciéndonos fuertes en circunstancias naturales y cuando interviene el ser humano pues también tiene algo de perverso: voy a crear un ejército de hombres que venzan a los demás con mayor facilidad para eso necesitamos estar más fuertes, más altos o más inteligentes.

La pasión por la lectura me llevó a los libros de ciencia ficción, sobre todo los de Julio Verne; de todas las películas de ciencia ficción soy fanática porque me habla de una esperanza porque la ciencia y tecnología también es esperanza, es a lo que nos podemos de pronto enganchar y atrapar para sentir que el hombre va a llegar muy lejos; el hombre puede alcanzar lo que quiera pero también me eduqué en un colegio pro católico y también por otra parte está ese contrapeso, la parte espiritual y de pronto decir “es que no somos dios” más allá de que la fe, las convicciones pues cualquier manipulación genética en pro de la humanidad también es antinatura.



Eso la llevó a escribir Madar…

Sí, son sentimientos encontrados y desarrollados de forma gradual que no podía quedarme sin expresarlos, materializar todas estas ideas. Tengo un sobrino esclavizado de los videojuegos a quien quiero heredarle una historia, que sepa amar su planeta y por ello planteo las interrogantes del libro. También quise regalar a mi nieto parte de lo que son mis ideas, mis luchas internas en cuanto al amor que siento por la ciencia y tecnología pero también los peligros que esta representa, pues se debe valorar pero también saber que hay límites éticos y son un libre albedrío.

Creo que el hombre va caminando mucho en estos momentos a la conquista del espacio, entonces empecé con una hoja y llegué a ciento veinte; empecé a diseñar una historia en donde el hombre ha destruido tanto el planeta que los líderes del mundo deciden mudarse a otro mundo. Posterior, empiezan con un concepto que hoy suena paradójico y que es la manipulación genética; ya la tenemos en plantas, en animales, pero aquí es utilizada para mejorar a la especie humana. Entonces empiezan esos dilemas éticos y morales que hasta donde el hombre se puede sentir dios para cambiar su esencia humana. Hay una premisa y es que “el ser humano nunca se va a conformar con lo que es… siempre va a querer ser o más guapo o más inteligente, tener ojos de determinado color, vivir más, no sentir dolor, ser más fuerte, más brillante, todas aquellas cosas que no podemos ser pueden ser factibles”.



Háblenos de Madar

Yo creo que la historia es atemporal, no le di una fecha precisa porque ahorita lo que estamos viviendo es precisamente conquista, una palabra fuerte; sin embargo desarrollo el concepto de una expansión, de un universo para mejorar nuestra calidad de vida porque es lo que hacen los líderes del mundo para preservar la especie humana.

Sin embargo, al hablar de la naturaleza humana, se habla de privilegios para unos cuantos y el sentimiento de quienes los tienen y aquellos que adolecieron de los mismos, del rencor y culpa.

De la misma forma que aunque las herramientas tecnológica parecen aislar a los jóvenes en su mundo, en realidad es una forma distinta de socializar, pues estas herramientas también les permiten tener contacto con otras personas así sea de manera distinta a la forma en la que nosotros lo hicimos. Eso mismo sucede en la obra, se plantean distintas costumbres y también conflictos generacionales entre las costumbres y las nuevas realidades.

¿Habrá un tope para eso algún día? No, ya nos subimos a este barco y la ciencia y tecnología sigue adelante. Abordo en mi libro un futuro no muy lejano donde hay ciudades llenas de ciencia y tecnología, de robots, de hombres manipulados genéticamente, que ya hay exploradores en el espacio pero ellos sí tienen la conciencia de al final han sido manipulados, han sido utilizados. Creo que la ciencia y tecnología debe ser utilizada para el bien y el pro de la humanidad, no para su destrucción, no para denigrar, no para esclavizar. También creo que no hay que darle tanto poder a las máquinas y este siempre ha sido uno de los grandes dilemas.

¿Cuántas enfermedades no han salido de bacterias que ni siquiera nosotros conocemos? pienso que la ciencia y la tecnología como la tenemos en este momento no nos está ayudando a estrechar brechas socioculturales, pues se ha enfocado a generar nuevos patrones de consumo. Estamos viviendo un nuevo tipo de Revolución y esta siendo tan rápida que nos esta absorbiendo, no sabemos en qué momento va a parar y nosotros nos dejamos llevar por ella.

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