La Hoguera
Emmanuel Ameth
Ante una victoria que parece inminente en las urnas dadas las preferencias electorales que observa en todas y cada una de las encuestas, la desesperación del Revolucionario Institucional y Acción Nacional en su conjunto (PRIAN) han llegado a la desesperación de acusar a Andrés Manuel López Obrador de senil y ahora de cristiano, como si alguna de dichas condiciones pudiera restar al proyecto de nación que encabeza.
Del primero de los casos hubo diversas plumas ‘pagadas’ que quisieron colocar en el ideario mexicano la incapacidad para llevar a cabo las riendas de la nación por parte de AMLO dados sus 64 años cumplidos, que son 10 años menos de los que tenía el exmandatario de Uruguay José Mujica al asumir la presidencia en 2010, para poner un ejemplo.
Dicha campaña llevó al retiro de un spot promovido por Javier Lozano en el que se burlaba de la edad del candidato en un lamentable video que no tuvo el impacto deseado -como casi todo lo que emprenden- y que por tanto, dejó de ser difundido si bien todavía puede encontrarse en redes.
Y como en 12 años que lleva de campaña el hoy candidato puntero no han podido fraguarle un golpe contundente que reduzca la brecha entre este y el resto de sus competidores, ahora reviven el tema de que AMLO es cristiano. Como lo oye, el argumento es que dado que aproximadamente 6 por cada 7 mexicanos de los que declaran profesar alguna religión se declara católico, AMLO es una minoría a la que deben rechazar.
La situación no sólo raya en lo risible por parte de quienes sea que se ostenten como asesores del PRIAN, sino porque en medio oriente y occidente, de hecho, no hay diferencia alguna entre ser un católico apostólico y un cristiano. Las grandes religiones semitas observan tres grandes divisiones: el judaísmo, el islam y el cristianismo, este último a su vez teniendo más de 5 mil variantes.
Desconocen también que los anteriores presidentes de la república, no fueron exactamente cristianos (o católicos, como ellos lo ven).
Sin ser una religión, pero sí una logia donde se venera al gran arquitecto del universo, masones provenientes del antiguo rito escocés así como de los yorkinos han tenido diversos representantes en el presidencialismo mexicano, entre los que encontramos, sin ser exhaustivos, al primer presidente Guadalupe Victoria, Benito Juárez, Porfirio Díaz, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas… una tradición que casi llega hasta nuestros días, sólo que hablando de épocas recientes, el opus dei apadrinó a Salinas de Gortari y a Peña Nieto en tanto el yunque hizo lo propio con Vicente Fox y aunque en menor grado, impulsó también a Calderón. Ernesto Zedillo, sin ser religioso, estuvo involucrado con los legionarios de Cristo.
Así pues, si la acusación contra AMLO se va a basar en que no es católico apostólico, en realidad, solamente una pequeña minoría de los presidentes mexicanos lo fue en estricto rigor.
