La Hoguera

El As bajo la manga de AMLO para combatir la delincuencia

El As bajo la manga de AMLO para combatir la delincuencia


Seguridad
Noviembre 05, 2019 03:48 hrs.
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Emmanuel Ameth › Emmanuel Ameth Noticias

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Para combatir la delincuencia hay que seguir, linealmente, los siguientes pasos: reducir las tendencias, contenerla y luego bajar los índices de criminalidad; no se puede llegar al último paso, tan anhelado por los mexicanos, sin pasar por los anteriores.

El Plan de Paz y Seguridad de Andrés Manuel López Obrador menciona algunas estrategias por medio de las cuales quiere conseguir su objetivo.

Rescatar del documento las valiosas conclusiones a las que se llegó nos ayudará a comprender la realidad actual: “dejar de lado la fantasía de que es posible superar la circunstancia de inseguridad y violencia mediante soluciones únicas y unidimensionales, como la estrategia represiva policial-militar, práctica básica y casi única”.

La afirmación anterior es terriblemente realista, pues no hay forma de reinsertar a la sociedad a los maleantes que han perdido su humanidad en pos de conseguir sus metas; a ellos, se les combate. Por otro lado, se debe apostar a tratar de rescatar a aquellos que todavía tienen opciones en esta sociedad y para ello ha instaurado sus programas sociales, son una política de seguridad nacional contraria al clientelismo político -por eso se entregan de forma directa los apoyos sociales, quitando intermediarios-.



Seguir con la estrategia de querer apagar incendios con fuego sólo llevará a otra escalada de violencia en el país.

Vista así la estrategia, parecería adecuada para el largo plazo pero renunciaría al corto y lo que quieren los mexicanos son resultados visibles y palpables de forma urgente por la sencilla razón de que la violencia no se percibe sino que se padece.

El As bajo la manga

Lo que no dijo AMLO pero que se aprecia como una estrategia medular de combatir el crimen es algo que lleva meses haciendo y que es lapidario para las organizaciones criminales: quitarles sus recursos.

A septiembre de este año son más de 5 mil millones que se han quitado a organizaciones criminales por parte de la UIF y se dice sin distingo, porque criminales los hay rancheros pero también los hay de cuello blanco. Y encima endurece el combate al lavado de dinero.

¿Cuál es el efecto de lo anterior?

La delincuencia no ha dejado de combatirse pero se mide con dos varas. Al delincuente “emprendedor”, ese solitario o apenas acompañado, sin mayor organización ni poder, queda a merced de la Guardia Nacional y de las policías locales.

A la delincuencia organizada sin embargo, no se le va a combatir con la misma fiereza. La razón es que si bien el Estado puede ejercer toda su fuerza para combatirla y no existe grupo criminal que pudiera hacerle frente, se trata de una guerra de guerrillas, la misma que hizo perder al ejército más grande del mundo en Vietnam; esa sólo conlleva a una escalada de violencia sin un panorama claro y donde los “daños colaterales” los sigue poniendo el pueblo.

La estrategia anterior es la que llevó a cabo Calderón y la que peores resultados tiene; si queremos soluciones reales, no podemos seguir cometiendo los mismos errores y esperar tener mejores resultados.



A lo anterior hay que agregar otra estrategia no declarada pero visible que se cometió: pactar con el crimen. No se trata de una estrategia nueva, sino de una que los mismos Estados Unidos de Norteamérica contempla para mitigar los efectos: se apoya a un grupo delincuencial, se le permite operar y este “filtra información” para atrapar a sus competidores y tener una cierta paz. Así incluso, cuando sucede una “urgencia” se tiene su apoyo para colaborar y es por ello cuando al exsecretario de Gobernación se le hincaban, en menos de 24 horas podía rescatar rehenes… pero tampoco funcionó.

Y la razón de que no funcionara es que se sobredimensiona el poder del Estado. Las personas creen que la policía actúa como en Hollywood: alguien es acuchillado y a los minutos suenan las sirenas y comienzan las indagatorias y persecuciones; la realidad es que ni en USA es así, simplemente no existen los suficientes elementos para cuidar de nuestra integridad.

El As de AMLO por otro lado, cortar los recursos a los delincuentes, si bien no es una estrategia única, es sui generis. Los delincuentes necesitan dinero para poder movilizarse y el efectivo no es opción para organizaciones transnacionales. EN algún momento deben tener dinero en bancos y si este se les incauta, se les limita; si las reglas para lavado de dinero se endurecen, no importa cómo lo quieran esconder, no hay una mente que pueda burlar operaciones ante software sofisticado de detección.

Además, para organizaciones que operan en distintos países, como los cárteles de la droga, tener cuentas así como casas de cambio es crucial: necesitan tener la capacidad para convertir su moneda en otra divisa, preferentemente en dólares. Sin billetes verdes estadounidenses no se compran armas, no se adquieren propiedades ni puede ingresarse recurso a paraísos fiscales o pagar a otras bandas delincuenciales en otros países pues para el resto del mundo, nos guste o no, la moneda mexicana no es mas que papel de Monopoly, incluso para Centroamérica -de la misma forma que nosotros en nuestra comodidad no recibiríamos grandes cantidades de dinero en divisas que no sean dólares o euros-.

Esta estrategia bien articulada sí pude marcar un fin para las organizaciones criminales más importantes el país pues si se les restringe el acceso a la banca mediante incautaciones que les arrebate dicho recurso e inhiba las transacciones bancarias, hay un cúmulo de operaciones que no pueden hacer en efectivo, al menos no sin levantar alertas.

Si bien las estrategias no pueden ser unidireccionales, no existe mejor forma en el mundo para reducir el poder de los organismos criminales; si en algunos países no se aplican como debiera, es porque precisamente, existe un contubernio entre empresarios sin ética, políticos corruptos y organizaciones criminales que lo impide. México puede dar ese paso en este momento aunque como se ha visto, existe resistencia por aquellos que maximizan sus ganancias a través de esos métodos y no hay sorpresa en ello: finalmente, operan bajo los mismos instrumentos y formas que los criminales.

Atizos

Para cumplir con lo anterior y cortar el suministro de dinero a las agrupaciones criminales, es menester que se faculte a instituciones como la UIF para ampliar sus facultades, pues es un tema de seguridad nacional.

Es cierto que puede extralimitarse, pero para eso se propone un derecho a audiencia ante las incautaciones. Si se espera que antes de cualquier congelamiento de cuentas intervenga un juez, o que estos mismos puedan descongelar activos, se seguirá en el mismo círculo donde los criminales siempre ganen. En un futuro se deberá regresar a este punto, pero en este momento, si hablamos de los delincuentes como enemigos de la patria, debemos considerar a los jueces en el mismo costal, se lo han ganado a pulso.

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