Por razones inexplicables -o inconfesables-, como sucedió en muchas candidaturas morenistas en Hidalgo, José Ramón Amieva, exjefe de gobierno sustituto de la Ciudad de México, fue ungido como candidato a presidente municipal de su natal Mixquiahuala por Morena aún y cuando se presume su probable responsabilidad en desvíos millonarios y malos manejos del recurso público durante el año 2018.
Las observaciones han sido realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y sólo en la última de ellas, correspondiente al Fondo de Capitalidad de la CDMX, la institución demanda que sean resarcidos al menos 307 millones de pesos, los cuales no fueron gastados, reintegrados ni ocupados en otros rubros de gasto, por lo que se presume fueron desviados por el gobierno encabezado por Amieva.
Adrián Rueda publicó en Excélsior que ’Desde hace mucho se cuentan historias de cómo José Ramón presionaba de mala manera al entonces titular de la Seduvi, Felipe de Jesús Gutiérrez, para que firmara la autorización de planes que terminaban en millonarios negocios inmobiliarios.
Otro de los que quiso presionar, pero no se dejó, fue a Jorge Silva, oficial mayor del GDF.
Pero mientras Gutiérrez anda huyendo de una orden de aprehensión, Amieva quiere ser alcalde de Mixquiahuala, Hidalgo, de donde es originario, para después buscar la gubernatura de ese estado.
Anda muy pegadito a Morena y se dice que quiere integrarse al pejismo, como pago a lo colaboracionista que se portó con Claudia Sheinbaum cuando fue elegida jefa de Gobierno, y él le entregó todos los expedientes durante la etapa de transición.
A juicio de manceristas y de perredistas, Amieva los traicionó —como lo ha hecho siempre— y se aleja de Mancera, quien en 2018 se decantó por él como su sustituto porque eran socios en varios negocios inmobiliarios y pensaba que le iba a cuidar las espaldas’.